Inseguridad, inflación y refacciones elevan el costo del servicio
El sector del autotransporte en México enfrenta una nueva presión económica en 2025 debido al incremento en los costos de operación, principalmente por el alza en los precios de refacciones, la tasa de interés para adquisición de unidades y la inseguridad en las carreteras.
Ante este panorama, empresarios del sector advierten que es necesario un ajuste mínimo del 15% en las tarifas de fletes, aunque los clientes solo están dispuestos a aceptar un incremento del 5%.
Durante el segundo semestre de 2024, el mercado de refacciones automotrices experimentó un aumento en los precios debido a una alta demanda y problemas de suministro.
Factores como el tipo de cambio, la crisis de semiconductores y la escasez de materiales específicos han impactado la industria, con un incremento estimado del 5% al 6% en los costos de refacciones para el cierre de 2024.
Sin embargo, esta cifra no contempla el incremento del primer semestre, que fue aún mayor.
A este desafío se suma el costo financiero de adquirir nuevas unidades, ya que la tasa de interés para la compra de un tractocamión en 2025 ronda el 16% anual, lo que representa un impacto significativo en la estructura de costos de los transportistas.
*Inseguridad: el mayor costo del sector*
Uno de los factores que más golpea al transporte de carga es la inseguridad.
Los robos en carretera no solo generan pérdidas directas de mercancía y unidades, sino que también incrementan el gasto en seguros, monitoreo y escoltas de seguridad.
Además, para este 2025, el sector enfrentará el impacto del incremento en la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y el salario mínimo, lo que elevará aún más los costos operativos.
Los empresarios transportistas han manifestado que el índice de inflación del año pasado no refleja el verdadero impacto en su sector, ya que los aumentos en costos van más allá de la inflación general.
Por ello, consideran que un incremento del 15% en las tarifas de fletes es indispensable para mantener la rentabilidad del servicio, aunque los clientes solo están dispuestos a aceptar un aumento del 5%.
Ante esta situación, los transportistas insisten en la necesidad de ajustar las tarifas de manera justa y equitativa para evitar un deterioro en la calidad y seguridad del servicio.
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